Testimonio Pastor Pedro Ojeda (1932-2011)

      Lo que el rigor de la justicia terrenal no logra, el amor de Dios lo hace posible.
     "Dios te ama hijo": me dijo mi Madre, cuando me encontraba sumido en el pecado, en vicio, enfermo y marginado.
      Me dirigí a un humilde local, donde al abrir la puerta decía; "Venid a mi, todos los trabajados y cargados, que yo los haré descansar...." Así me sentía yo, pero esa noche con mi pesada carga de pecado, rendí mi vida a Cristo y El me transformo, perdono y limpio mis pecados y me hizo un predicador de su poderoso Evangelio.
(Experiencia vivida en el año 1958)   

Pedro Ojeda
Ayer "El Fugitivo"
Hoy PASTOR